POR: LUIS PINATE
QUÉ ES RESILENCIA?
Es la capacidad humana de sobreponerse a situaciones adversas y utilizarlas como fuente de fortalecimiento y mejora continua.
Para desarrollar resiliencia es necesario transitar por situaciones incomodas que podrían generar frustración. La clave está en entender que este momento vivido es una fuente importante de aprendizaje que debe delinear un nuevo camino o estrategia a seguir para alcanzar nuestros objetivos.
Hay mecanismos que pueden ayudarnos a potenciarla y que podemos poner en práctica cuando nos encontremos en situaciones vitales difíciles.
ASPECTOS BÁSICOS DEL DESARROLLO DE RESILENCIA
1. Asumir las dificultades como una oportunidad para aprender:
A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
2. Tener capacidad de aceptación:
Todos transitamos por situaciones difíciles y si no sabemos controlar correctamente nuestras emociones podemos caer en episodios fuertes de depresión. Entender que estos episodios forman parte del pasado y no convertirlos en una fuente de culpabilidad y zozobra es muy importante. Trabajar en el nuevo futuro aceptando las experiencias tal y como se presentan e intentar sacarles el mayor provecho, es la mejor manera de manejar la aceptación.
3. Ser objetivos:
Ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, nos permite ser objetivos y desarrollar un optimismo realista, diferente a un positivismo tóxico donde no existen aspectos negativos. Nuestra mente registra los momentos negativos como elementos de alta importancia y por ello es muy fácil sucumbir ante ellos, porque serán constantemente recordados y tendrán prioridad ante cualquier aspecto positivo. Esto tiene que ver con la manera que nuestra mente evalúa y registra los pensamientos negativos y los alinea a nuestro mecanismo de supervivencia. Es importante recordar que, por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.
4. No intentar controlar las situaciones:
Una de las principales fuentes de tensión y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas con capacidad de resiliencia saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos, aunque no tengan el control. Se centran en re-direccionar sus emociones cuando no pueden cambiar la realidad.
5. Afrontar la adversidad con humor:
Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
6. Adaptabilidad:
Entender que en muchas oportunidades tendremos que adaptar los planes y cambiar las metas. Tenemos que estar dispuestos al cambio, porque este es siempre la única constante. Debemos valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.
Hay que recordar que el éxito no es una línea recta, por el contrario, requiere desvíos en todas las direcciones y a veces, también, retrocesos antes de comenzar a avanzar de nuevo. En la vida, tanto como en los negocios, determinar una estrategia correcta requiere de muchos intentos fallidos y es ahí donde la persistencia toma un papel fundamental.
Una persona resiliente va camino hacia una vida más feliz, tanto en lo laboral, como en sus relaciones y aspectos personales. El desarrollo de esta herramienta es fundamental para nuestra existencia, hará que podamos sobreponernos a momentos difíciles y evitemos caer en intensas depresiones. Utilizar nuestro dolor como motor de aprendizaje y mejora continua nos completará como seres humanos, y nos dará una ventaja grande por sobre el resto de los individuos.
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